Las personas con diversidad cognitiva necesitan generar pensamiento que les lleve a poder identificar sus propios proyectos positivos y posibles.
Los proveedores de servicios ya no pueden limitarse a producir en grupos planteamientos de café para todos, sino que deben apoyar a cada persona en lo que necesite para alcanzar sus resultados personales, ideando al mismo tiempo la estrategia para que la propuesta resulte posible y sostenible.
Este cambio introduce una tensión entre la estandarización, proceso que permite la rentabilidad del servicio, y la personalización, que responde mejor a las demandas de la persona pero que requiere de apoyos distintos para cada una.
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